El teatrillo de la huelga

Huelga decir con este título (disculpad, pero tenía que hacer este estúpido juego de palabras) que estoy en contra de la huelga del 29-S. Me parece que nos están tomando el pelo, que esto es sólo un paripé, una pataleta controlada de los sindicatos para hacer como se quejan pero sin hacer más ruido de la cuenta. Les culpo a ellos y también al Gobierno. Es todo penoso. No me extraña en absoluto que algunas encuestas digan que si la Esteban se presentara a las elecciones sería la tercera fuerza del país. Esto no creo que sea fruto de la gilipollez colectiva (no solo...), sino del generalizado desencanto con estos nuestros políticos.

La huelga del miércoles no va a resolver nada. Dará igual que sea un éxito o un fracaso -que ya veréis como ni pa ti ni pa mi- porque no tendrá ninguna consecuencia. De manera que en estas estamos los empleaduchos que siempre pagamos el pato. Somos meros guiñoles en manos de unos tipejos que sólo se acuerdan de nosotros cuando nos necesitan.

Porque no nos engañemos: la reforma laboral es una mierda, la crisis es otro truño del que no nos saca ni San Pedro. Pero o me falla la cabeza, que a mi edad es posible, o el mercado laboral ya era una basura antes de la crisis y nadie hacía nada. Y cuando digo que era una basura, me refiero a que se nos maltrataba, se nos escupía en la cara y se nos esclavizaba por un mísero sueldo. A ver de qué la edad para independizarse del españolito medio estaba ya en... no se... los 70 años???

Y se siguen permitiendo estos abusos, por supuesto y otros como los de las empresas rarunas que ya hemos comentado en una entrada anterior (estafas de tomo y lomo que siguen ahí enriqueciendo a cuatro cabrones).

Queridos desahogaos, en cualquier caso espero que el miércoles todo se desarrolle con normalidad. Yo tengo el máximo respeto por aquellos que se suman a la huelga, que están en su derecho. Así que espero también que me tengan respeto cuando decido trabajar ese día, porque aunque a algún fanático le parezca increíble, también estoy en mi derecho.