sábado, 2 de enero de 2010

Cajerana Obregón


La Sexta nos está obsequiando con una auto-promoción compulsiva de un estúpido programa que va a emitir en breve. Qué más quisiera yo se llama la joya televisiva, y se basa en la más que manida gracia del famosete de turno y la cámara oculta. Vi hace poco a Ana Obregón, una de las grandes artistas, ejem, que participan. Le preguntaban en su segunda casa (el aeropuerto), por la experiencia. Joooo, qué experiencia, se reía la jodida, 8 horas que estuvo allí. Alucinaba de que alguien trabajara de eso. O bueno, alucinaba de que alguien trabajara, en general. Parece que esta pija de libro trabaja más que nadie en este país, hay que joderse con la bióloga de los cojones. Odio cuando estos personajes bajan al nivel de la plebe para catar un pedazo de su jodida vida. Luego les resulta gracioso, divertido, curioso.. ¡Quédate en tu casa de la Moraleja y deja de hacer el imbécil!

Es como cuando oí a la Duquesa de Alba, o lo que queda de ella, decir en una entrevista que le divertía montar en metro. Si lo tuviera que coger todos los días en hora punta seguro que dejaba de parecerle divertido. O como Paris Hilton en Simple Life. Qué gracioso ver a una tía podrida de pasta rebájándose así. Pues no me hace gracia.

Me gusta más el modelo Carmen Lomana, que es rica y no pide perdón a nadie. Lo disfruta y punto. Enhorabuena. Estoy convencido de que no tiene ningún interés en el transporte público ni en despachar en un súper. Yo tampoco lo tendría.

Queridos desahogaos, cada uno en su sitio y sin jugar a ser pobre, que resulta lamentable. Por cierto, feliz año a cualquiera que lea estas líneas. Y a quien no las lea también, pero menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario