lunes, 14 de diciembre de 2009

Herman Tertsch y su polémica absurda



Hay polémicas sorprendentes que nos asaltan cuando menos lo esperamos. Pero para mí, ésta quizá se lleva la palma. El Intermedio hace un juego con un vídeo de ese periodista aventajado que se llama Herman Tertsch (lo que me cuesta escribir este apellido...) y se monta la de Dios. La ultraderecha nunca se ha caracterizado por su sentido del humor, es verdad, pero de eso a poner una demanda al programa y estar ya planeando lo que va a hacer con el dinerín...hay un paso.

Cualquiera que vea el Intermedio alguna vez, constatará la cantidad de vídeos que se hacen de este tipo (bastante cachondos por cierto), sin que nadie se sienta tan ofendido. Pero lo más sorprendente ha venido después con la paliza que le han dado al pobre hombre. Aluciné literalmente cuando vi en el programa (o más bien espacio publicitario, ya sabéis por qué lo digo) de Currichi Valenzuela, esa mujer a la que hay que idolatrar por habérselo montado tan bien a pesar de sus notables carencias. ¡Prácticamente se culpó a Wyoming de la paliza! Vamos, que cualquier insensato que estuviera viendo el "programa", habría visualizado a Wyoming dándole hasta en el carnet de indentidad al Tito Germán. Y encima se escandalizaron de que el gobierno no saliera a decir unas palabras por el pseudo-periodista. En concreto, creo que fue ese adalid de la demagogia, en algún momento portavoz del gobierno, el que dejó caer esa perla. ¿Y quién es el Tito Germán para que el gobierno salga a decir nada por él? La Aguirre, que sí salió (no se pierde una), que haga lo que quiera, que para algo es su lacayo, es que le pilla muy cerca el tema... vamos, como de la familia. Eso sí, también señaló hacia los izquierdosos trasnochados como agitadores y casi culpables de la agresión. Estas teorías conspirativas también las ha apoyado la emisora de los obispos, nuestra querida y siempre veraz COPE.

Hasta el señor Sánchez Dragó ha opinado sobre los vídeos del programa de Wyoming, tachándolos de arma arrojadiza y proponiendo su penalización. Desde este humilde blog que este escritor que está encantado de haberse conocido nunca leerá (ni falta que hace, claro), sólo puedo decir: Dragó, eres un gilipollas.

En fin, parece que por suerte Mr T. (por no escribir de nuevo el apellido de 6 consonantes y una solitaria vocal) está bien. Del golpe debe haber recuperado algo de cordura porque parece que desliga lo sucedido de la absurda polémica con Wyoming. Igual le despide Espe por contradecirla.

Por fin, parece que tenemos algo de información sobre los hechos. Según dicen las malas lenguas, Mr T. iba algo perjudicado esa noche y tuvo algún lío en el garito en el estaba dándole al drinking. A mi no me extrañaría nada, porque mucho tendría que beber yo para hacer el programa que él hace.

Queridos desahogaos, a ver si nos tomamos todos la vida con un poquito más de sentido del humor y de paso pasamos de tragarnos estas polémicas absurdas.


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